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Impacto de la violencia social y salud comunitaria en Ecuador: abordaje interdisciplinario desde la atenci�n primaria de salud

 

Impact of social violence and community health in Ecuador: an interdisciplinary approach from primary health care

 

Impacto da viol�ncia social e da sa�de comunit�ria no Equador: uma abordagem interdisciplinar da aten��o prim�ria � sa�de

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Correspondencia: Kguamanm4@unemi.edu.ec

 

 

Ciencias de la Salud

Art�culo de Investigaci�n

 

 

* Recibido: 05 octubre de 2025 *Aceptado: 19 de noviembre de 2025 * Publicado: �09 de diciembre de 2025

 

 

        I.            Universidad Estatal de Milagro, Ecuador.

      II.            Universidad Estatal de Milagro, Ecuador.

Resumen

La investigaci�n sobre el impacto, social, econ�mico y sanitario y su relaci�n con la violencia social en el contexto ecuatoriano, se realiz� en la provincia de Los R�os, en la ciudad de Babahoyo, en la parroquia urbana Barreiro, y tuvo como objetivo principal analizar el impacto de la violencia en la salud comunitaria y proponer un abordaje interdisciplinario desde la Atenci�n Primaria de Salud.

Para ello, se llev� a cabo un estudio observacional con una muestra de 200 participantes, en el que se recopilaron datos mediante cuestionarios estructurados. Los resultados mostraron que algunos ciudadanos presentan sentimientos de ira, miedo y tristeza, como consecuencia del fallecimiento de familiares a causa de la violencia y de las afectaciones econ�micas derivadas del pago de extorsiones o del cierre forzado de sus negocios. Esta situaci�n afecta directamente la estabilidad social, econ�mica y sanitaria de las familias, debilitando su capacidad de resiliencia.

En conclusi�n, la violencia social genera efectos significativos en la salud f�sica, mental, emocional y financiera de las poblaciones ecuatorianas, afectando directamente su bienestar y limitando el desarrollo integral de las comunidades. Esta realidad resalta la necesidad de promover un abordaje interdisciplinario desde la Atenci�n Primaria de Salud (APS), como pilar fundamental en la respuesta comunitaria frente a esta problem�tica.

Palabras claves: violencia social; salud comunitaria; atenci�n primaria de salud (APS).

 

Abstract

The research on the social, economic, and health impacts and their relationship to social violence in the Ecuadorian context was conducted in the province of Los R�os, in the city of Babahoyo, specifically in the urban parish of Barreiro. Its main objective was to analyze the impact of violence on community health and propose an interdisciplinary approach from the perspective of Primary Health Care.

To this end, an observational study was carried out with a sample of 200 participants, in which data were collected through structured questionnaires. The results showed that some citizens experience feelings of anger, fear, and sadness as a consequence of the deaths of family members due to violence and the economic hardships resulting from extortion payments or the forced closure of their businesses. This situation directly affects the social, economic, and health stability of families, weakening their resilience.

In conclusion, social violence has significant effects on the physical, mental, emotional, and financial health of Ecuadorian populations, directly impacting their well-being and limiting the comprehensive development of communities. This reality underscores the need to promote an interdisciplinary approach within Primary Health Care (PHC) as a fundamental pillar of the community response to this problem.

Keywords: social violence; community health; primary health care (PHC).

 

Resumo

A pesquisa sobre os impactos sociais, econ�micos e de sa�de e sua rela��o com a viol�ncia social no contexto equatoriano foi realizada na prov�ncia de Los R�os, na cidade de Babahoyo, especificamente na par�quia urbana de Barreiro. Seu principal objetivo foi analisar o impacto da viol�ncia na sa�de da comunidade e propor uma abordagem interdisciplinar sob a perspectiva da Aten��o Prim�ria � Sa�de.

Para tanto, foi realizado um estudo observacional com uma amostra de 200 participantes, cujos dados foram coletados por meio de question�rios estruturados. Os resultados mostraram que alguns cidad�os vivenciam sentimentos de raiva, medo e tristeza em decorr�ncia da morte de familiares por viol�ncia e das dificuldades econ�micas resultantes de extors�es ou do fechamento for�ado de seus neg�cios. Essa situa��o afeta diretamente a estabilidade social, econ�mica e de sa�de das fam�lias, fragilizando sua resili�ncia.

Em conclus�o, a viol�ncia social tem efeitos significativos na sa�de f�sica, mental, emocional e financeira das popula��es equatorianas, impactando diretamente seu bem-estar e limitando o desenvolvimento integral das comunidades. Essa realidade ressalta a necessidade de promover uma abordagem interdisciplinar na Aten��o Prim�ria � Sa�de (APS) como pilar fundamental da resposta comunit�ria a esse problema.

Palavras-chave: viol�ncia social; sa�de comunit�ria; aten��o prim�ria � sa�de (APS).

 

Introducci�n

La violencia social en Ecuador ha escalado de forma alarmante durante el a�o 2025, con un promedio de m�s de un asesinato por hora consecuencia de actos delictivos como homicidios, extorsiones, sicariatos y enfrentamientos entre bandas criminales que afectan directamente a la poblaci�n en diversas regiones del pa�s�(Primicias, 2025). Esta referencia evidencia una problem�tica estructural que trasciende lo policial, revelando fallas en la articulaci�n intersectorial entre salud, educaci�n y justicia. El impacto de estos hechos no solo compromete la seguridad ciudadana, sino que genera consecuencias sociales, econ�micas y f�sicas que afectan la calidad de vida de la poblaci�n, estas manifestaciones de violencia requieren respuestas integrales y preventivas que fortalezcan la cohesi�n social.

Entre enero y abril se registraron 3.087 muertes violentas, lo que representa un incremento del 58 % respecto al mismo per�odo de 2024. El 94 % de estos homicidios est� vinculado al crimen organizado, lo que evidencia una transformaci�n estructural del fen�meno delictivo, con implicaciones directas en la salud p�blica, la gobernabilidad local y la estabilidad social, emocional, f�sica y econ�mica de las comunidades (Ministerio del Interior, 2025). Esta cifra oficial refleja el agravamiento de la violencia. Desde el enfoque de salud p�blica, este tipo de violencia genera afectaciones f�sicas por lesiones y muertes, impactos emocionales derivados del miedo y la inseguridad, desestabilizaci�n econ�mica por p�rdida de ingresos y desplazamientos, y deterioro del entorno comunitario. Por tanto, se requiere una intervenci�n articulada que priorice la prevenci�n, y la atenci�n integral a las comunidades afectadas.

Durante el primer semestre de 2025, Ecuador alcanz� un r�cord hist�rico con 4.619 homicidios intencionales, lo que representa un incremento del 47 % respecto al mismo per�odo de 2024, especialmente en zonas urbanas de la regi�n litoral, donde se han registrado altos �ndices de criminalidad y afectaciones emocionales (Lupa, 2025). Este dato evidencia una afectaci�n directa en el bienestar colectivo, donde la violencia sostenida ha provocado un deterioro emocional, social y f�sico en las comunidades, estas consecuencias se traducen en retraimiento social, ruptura de v�nculos familiares, desconfianza hacia las instituciones p�blicas y afectaciones f�sicas derivadas de lesiones, duelos y estr�s cr�nico. Adem�s, el impacto econ�mico se manifiesta en el desplazamiento forzado, la p�rdida de ingresos familiares y el debilitamiento de actividades productivas locales.

Adem�s, se registraron 504 homicidios de ni�os, ni�as y adolescentes entre 10 y 19 a�os, durante el primer semestre de 2025 lo que representa un incremento del 68 % respecto al mismo per�odo de 2024 (INEC, 2025). Este dato revela una profundizaci�n de la violencia estructural que afecta directamente a grupos vulnerables, generando consecuencias graves en el desarrollo psicosocial de la infancia y adolescencia, esta problem�tica se traduce en afectaciones emocionales cr�nicas, incremento de trastornos de ansiedad y depresi�n. Adem�s, la exposici�n temprana a contextos violentos incrementa el riesgo de reproducci�n intergeneracional de la violencia, afectando la cohesi�n social y la percepci�n de seguridad en los entornos escolares y barriales.

Adem�s, se proyecta que Ecuador podr�a cerrar el a�o con cifras r�cord de homicidios, posicion�ndose como uno de los m�s violentos de su historia reciente. Seg�n estimaciones publicadas por Primicias, si la tendencia actual se mantiene, el pa�s podr�a superar los 9.000 asesinatos en 2025, con una tasa de m�s de 50 muertes violentas por cada 100.000 habitantes (Primicias, 2025). Las consecuencias de esta violencia sostenida incluyen el aumento de trastornos mentales como ansiedad, estr�s postraum�tico y depresi�n, el debilitamiento de la cohesi�n social por el miedo y la fragmentaci�n comunitaria, y la p�rdida de confianza en las instituciones encargadas de garantizar la seguridad. Adem�s, se generan impactos econ�micos por desplazamientos forzados, p�rdida de ingresos familiares y paralizaci�n de actividades productivas.

Investigaciones recientes indican que los grupos m�s afectados por la violencia en Ecuador durante el a�o 2025 han sido los adultos j�venes y los menores de edad, especialmente en provincias de la regi�n Costa como Guayas, Los R�os y Manab� (Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado, 2025). El Observatorio ha documentado que el 70 % de las v�ctimas de homicidios tienen entre 15 y 29 a�os. Adem�s, cerca de 300 adolescentes admitieron pertenecer a bandas criminales, motivados por la necesidad econ�mica, la b�squeda de protecci�n o el sentido de pertenencia. Esta referencia evidencia una fractura social profunda, donde la violencia se convierte en un mecanismo de supervivencia para j�venes en situaci�n de vulnerabilidad, esta problem�tica implica riesgos f�sicos, emocionales y sociales, la interrupci�n de trayectorias educativas y el deterioro de la salud mental.

Entre enero y agosto de 2025 se registraron 386 asesinatos de ni�os, ni�as y adolescentes, lo que representa un aumento del 50 % respecto al mismo per�odo del a�o anterior. Esta violencia se manifiesta en homicidios, reclutamiento forzado, extorsiones y uso de armas de fuego, generando consecuencias graves en el desarrollo f�sico, emocional y social de las v�ctimas (PADF, 2025). Estas cifras reflejan la creciente exposici�n de la ni�ez a contextos de violencia extrema, donde se ven atrapados como v�ctimas directas o como instrumentos del crimen organizado, se evidencia una vulneraci�n sistem�tica de los derechos de la infancia, con implicaciones cr�ticas para la salud p�blica. Las consecuencias incluyen trastornos de conducta, estr�s cr�nico, retraimiento social, deserci�n escolar y ruptura de v�nculos familiares, afectando el desarrollo integral de los menores.

La exposici�n constante a contextos violentos puede alterar el bienestar psicol�gico, aumentar el riesgo de trastornos mentales y afectar la integraci�n escolar y comunitaria de ni�os y adolescentes (Panorama Ecuador, 2025). El impacto emocional de la violencia se traduce en s�ntomas como ansiedad, depresi�n, insomnio y retraimiento social. Provincias como Guayas, Los R�os y Manab� concentran la mayor�a de los casos, lo que configura un corredor de violencia que afecta el desarrollo integral de las nuevas generaciones. Esta referencia evidencia una afectaci�n directa en la salud mental infantil y adolescente, con consecuencias que comprometen el rendimiento escolar, la socializaci�n y la estabilidad emocional, esta problem�tica exige intervenciones intersectoriales priorizando la prevenci�n y la recuperaci�n emocional en territorios de alta vulnerabilidad.

Diversos estudios han demostrado que el estr�s prolongado generado por contextos violentos puede desencadenar enfermedades cardiovasculares como hipertensi�n arterial, infartos agudos de miocardio y accidentes cerebrovasculares, debido a la activaci�n sostenida del sistema nervioso simp�tico y la liberaci�n excesiva de cortisol (OPS, 2025). La violencia comunitaria en Ecuador tambi�n ha desencadenado afecciones f�sicas graves, como hipertensi�n arterial, infartos, derrames cerebrales, p�rdida de peso y obesidad, especialmente en personas expuestas a estr�s cr�nico y miedo constante. En Ecuador, estas afecciones se han incrementado en zonas de alta criminalidad, donde la poblaci�n vive bajo amenaza constante, con alteraciones en el sue�o, la alimentaci�n y la movilidad. El informe de la Organizaci�n Panamericana de la Salud se�ala que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el pa�s, y que el miedo social y la inseguridad son factores de riesgo emergentes que deben ser abordados desde la Atenci�n Primaria de Salud.

Adem�s, el impacto emocional de la violencia ha generado trastornos metab�licos como p�rdida de peso involuntaria en personas con ansiedad severa, y obesidad por alimentaci�n compulsiva en quienes enfrentan estr�s postraum�tico, lo que agrava el perfil epidemiol�gico de las comunidades afectadas (UNESUM Ciencias, 2025). Estas referencias evidencian que la violencia no solo afecta la seguridad ciudadana, sino que altera profundamente los indicadores de salud p�blica, se requiere una respuesta articulada entre el Ministerio de Salud P�blica, los Gobiernos Aut�nomos Descentralizados y el sistema educativo, que incluya vigilancia epidemiol�gica, atenci�n integral, y estrategias comunitarias para mitigar el impacto f�sico y emocional de la violencia.

La ausencia de protocolos cl�nicos espec�ficos para el abordaje de la violencia comunitaria desde la Atenci�n Primaria de Salud, frente a din�micas complejas que emergen en contextos de violencia territorial como el sicariato, las extorsiones y los enfrentamientos armados entre banda representa una brecha cr�tica en el sistema sanitario ecuatoriano. Si bien existen lineamientos oficiales, estos no contemplan dichas din�micas de impacto comunitario, sino que se limitan a lineamientos generales para la atenci�n de violencia intrafamiliar y de g�nero (MSP, 2022). La evidente omisi�n de esta normativa limita la capacidad de respuesta del sistema de salud ante escenarios de violencia estructural. Desde el enfoque de salud p�blica, esta carencia impide la detecci�n temprana de riesgos, la atenci�n integral a las comunidades. Por tanto, se requiere una actualizaci�n urgente de los protocolos cl�nicos, incorporando criterios epidemiol�gicos, psicosociales y territoriales que permitan una intervenci�n efectiva desde la Atenci�n Primaria de Salud en zonas de alta conflictividad.

Los profesionales de salud enfrentan diariamente casos de pacientes con s�ntomas de trauma, miedo persistente, insomnio, ideaci�n vengativa o depresi�n profunda, vi�ndose limitada su capacidad de respuesta operativa al no contar con herramientas cl�nicas estandarizadas para su abordaje (OPS, 2022). En ciudades como Babahoyo, donde la violencia se ha desplazado desde cantones vecinos, la poblaci�n vive con temor constante, lo que afecta su movilidad y sus relaciones sociales. Esta referencia evidencia una brecha cr�tica en la atenci�n primaria, donde el personal de salud se enfrenta a manifestaciones cl�nicas complejas sin protocolos espec�ficos ni recursos suficientes. Desde el enfoque de salud p�blica, esta situaci�n compromete la detecci�n temprana, el tratamiento oportuno y la recuperaci�n emocional de las v�ctimas. Por tanto, se requiere una intervenci�n que articule formaci�n especializada para el personal sanitario, actualizaci�n normativa, atenci�n psicosocial comunitaria y estrategias de contenci�n emocional en territorios de alta conflictividad.

Frente a esta realidad, es urgente dise�ar una gu�a de pr�ctica cl�nica adaptada a la violencia comunitaria, que oriente la actuaci�n del equipo de salud en el primer nivel de atenci�n. Esta gu�a debe incluir protocolos para el tamizaje de salud mental, criterios de derivaci�n a servicios especializados, rutas interinstitucionales de protecci�n y estrategias de contenci�n emocional en crisis (UNFPA, 2022). Esta referencia evidencia la necesidad de una herramienta normativa que responda a las particularidades del contexto ecuatoriano, donde la violencia comunitaria presenta din�micas complejas que no est�n contempladas en los protocolos actuales. Desde el enfoque de salud p�blica, esta gu�a permitir�a estandarizar la atenci�n, mejorar la detecci�n temprana de riesgos psicosociales, fortalecer la articulaci�n intersectorial y garantizar una respuesta integral en territorios de alta conflictividad. Su implementaci�n requiere la participaci�n coordinada del Ministerio de Salud P�blica, el sistema educativo, los servicios de protecci�n social y las instancias locales de seguridad ciudadana

Estudios acad�micos han documentado que este tipo de violencia genera impactos emocionales profundos en la poblaci�n, incluyendo retraimiento social, ansiedad colectiva y, en algunos casos, deseos de venganza como respuesta al dolor acumulado (Fern�ndez-Ulloa, W., & Pesantez-Chac�n, B., 2025). Desde el enfoque de salud p�blica, estos efectos deben ser abordados como indicadores de sufrimiento colectivo, mediante estrategias de reconstrucci�n comunitaria y atenci�n psicosocial en territorios de alta conflictividad. Estas acciones permiten no solo mitigar el da�o emocional, sino tambi�n prevenir la reproducci�n de la violencia, fortalecer la resiliencia comunitaria y garantizar el derecho a vivir en entornos seguros.

 

Metodolog�a

En el estudio realizado del impacto, social, econ�mico y sanitario y su relaci�n con la violencia social, se emple� un enfoque observacional, con el objetivo de investigar las conexiones entre la violencia y su impacto en la sociedad

El dise�o del estudio es transversal debido a que analiza los datos en un momento determinado para identificar asociaciones. La muestra estuvo conformada por 200 habitantes de La Parroquia Barreiro de la ciudad de Babahoyo, seleccionados mediante muestreo no probabil�stico, que cumpl�an con criterios de inclusi�n espec�ficos (edad, estado de salud, consentimiento informado). La recolecci�n de los datos se lo hizo mediante cuestionarios estructurados para evaluar los efectos de la violencia social a nivel f�sico, social, emocional y econ�mico, Adem�s se realizaron mediciones de par�metros metab�licos como glucosa en ayunas, �ndice de masa corporal (IMC), presi�n arterial, entre otros. Para valoraci�n de estado de salud.

 

 

 

 

 

 

Tabla 1: G�nero

Fuente: Elaboraci�n propia

 

Tabla 2: Descripci�n de participantes de la Parroquia Barreiro

Fuente: elaboraci�n propia

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Resultados

De acuerdo con los instrumentos aplicados en la investigaci�n del impacto, social, econ�mico y sanitario y su relaci�n con la violencia social, arroj� la siguiente informaci�n relevante que contribuyen a comprender c�mo la violencia social influye en la salud y econom�a de las personas.

 

Tabla 3: Cuestionario estructurado para evaluar impactos de violencia

Fuente: Elaboraci�n propia

 

An�lisis:

La mayor�a de los participantes present� alteraciones significativas en sus rutinas sociales, emocionales y econ�micas como consecuencia directa de la violencia estructural, especialmente vinculada a la violencia y la inseguridad comunitaria. Se evidenci� una tendencia marcada a evitar espacios p�blicos y reuniones sociales, lo que refleja un deterioro en la interacci�n comunitaria y en la percepci�n de seguridad. M�s del 70 % de la muestra evita salir con frecuencia por miedo a ser v�ctima de violencia, y un porcentaje similar ha dejado de asistir a reuniones sociales, lo que indica un aislamiento progresivo con implicaciones psicosociales.

En el plano emocional, se observ� una alta prevalencia de s�ntomas relacionados con ansiedad, tristeza y desesperanza. El 78 % de los participantes manifest� haber sentido tristeza o desesperanza con frecuencia o de manera ocasional, mientras que el 64 % present� s�ntomas f�sicos asociados al estr�s, como taquicardia, insomnio o ataques de p�nico. Estos datos evidencian una afectaci�n directa a la salud mental, que podr�a derivar en trastornos cr�nicos si no se interviene oportunamente.

Desde la dimensi�n econ�mica, se identific� que m�s de la mitad de los encuestados ha tenido que pagar extorsi�n para poder laborar, lo que representa una carga financiera adicional y una vulneraci�n grave de derechos. Asimismo, el 72 % ha reforzado la seguridad de su hogar o negocio, lo que implica gastos no planificados y refleja la percepci�n de riesgo constante. Aunque solo el 25 % report� migraci�n de familiares por violencia, este dato es relevante como indicador de desplazamiento forzado interno o externo.

En cuanto a la victimizaci�n indirecta, el 79 % de los participantes indic� que alg�n familiar o conocido ha sido v�ctima de violencia social, lo que refuerza la idea de que el impacto no solo es individual, sino comunitario. Este dato, junto con los niveles elevados de rabia y deseos de venganza reportados por el 53 % de la muestra, sugiere una afectaci�n profunda en el tejido social y en la percepci�n de justicia.

En conjunto, los resultados evidencian que la calidad de vida de los participantes se encuentra comprometida en m�ltiples dimensiones. El impacto de la violencia no solo se manifiesta en conductas de evitaci�n y s�ntomas emocionales, sino tambi�n en decisiones econ�micas, migratorias y en la salud integral. Se ha identificado una creciente prevalencia de afecciones f�sicas asociadas al estr�s cr�nico, como hipertensi�n arterial, trastornos del sue�o, crisis de ansiedad e incluso eventos cardiovasculares agudos como infartos, lo que evidencia una afectaci�n directa al bienestar biopsicosocial de la poblaci�n. La situaci�n actual exige respuestas intersectoriales urgentes, adem�s de la creaci�n o refuerzo de gu�as de pr�cticas cl�nicas que se articulen dentro de un programa o estrategia nacional orientada espec�ficamente a los casos derivados de violencia estructural, sicariato y afectaci�n comunitaria, con criterios t�cnicos, protocolos de atenci�n diferenciada y mecanismos de seguimiento interinstitucional. Esta propuesta debe responder a las realidades locales, garantizar la atenci�n integral de las v�ctimas y contribuir a la reconstrucci�n del tejido social desde un enfoque de derechos, salud mental y resiliencia comunitaria.

 

Tabla 4: Mediciones de par�metros

Fuente: Elaboraci�n propia

 

Conclusi�n

La violencia estructural en Ecuador ha generado un impacto profundo en la salud comunitaria, afectando simult�neamente dimensiones f�sicas, emocionales, sociales y econ�micas. Los resultados obtenidos en la ciudad de Babahoyo, parroquia Barreiro, evidencian que la exposici�n constante a contextos violentos como el sicariato, la extorsi�n y los enfrentamientos armados ha desencadenado afecciones metab�licas, cardiovasculares y psicol�gicas en la poblaci�n, incluyendo hipertensi�n arterial, taquicardia, infartos, insomnio, ansiedad, p�rdida de peso y obesidad por estr�s cr�nico.

Adem�s, se identificaron patrones de aislamiento social, retraimiento comunitario, ideaci�n vengativa y afectaciones econ�micas graves, como el pago de extorsiones y el cierre forzado de negocios. Esta realidad compromete la calidad de vida, limita el desarrollo integral de las comunidades y debilita la resiliencia colectiva.

Frente a este escenario, se vuelve urgente el dise�o e implementaci�n de una gu�a de pr�ctica cl�nica espec�fica para el abordaje de la violencia comunitaria, articulada dentro de un programa nacional intersectorial que integre salud p�blica, seguridad ciudadana, atenci�n psicosocial y protecci�n comunitaria. Esta estrategia debe contemplar protocolos cl�nicos diferenciados, rutas de derivaci�n, tamizaje de salud mental, contenci�n emocional y seguimiento territorial, adaptados a las realidades locales.

La Atenci�n Primaria de Salud (APS) debe asumir un rol activo como pilar de respuesta comunitaria, reconociendo la violencia como un determinante social cr�tico que requiere intervenci�n t�cnica, �tica y contextualizada. Solo as� se podr� garantizar el derecho a una salud digna y de calidad y calidez.

 

Referencias

1.      Fondo de Poblaci�n de las Naciones Unidas (UNFPA). (2022). Propuesta t�cnica para gu�as cl�nicas en contextos de violencia. https://ecuador.unfpa.org

2.      Lupa. (2025). Ecuador registra r�cord hist�rico de homicidios en el primer semestre de 2025. https://www.lupa.ec.

3.      Instituto Nacional de Estad�stica y Censos. (2025). Bolet�n semestral de homicidios: Primer semestre de 2025. Observatorio Estad�stico de Criminalidad Organizada (OECO-PADF). https://oeco.padf.org/wp-content/uploads/2025/08/Boletin-semestral-de-homicidios-Primer-semestre-de-2025_compressed.pdf

4.      Ministerio de Salud P�blica del Ecuador (MSP). (2022). Lineamientos para la atenci�n de violencia en el primer nivel de salud. https://www.salud.gob.ec

5.      Ministerio del Interior del Ecuador. (2025). Bolet�n estad�stico de muertes violentas: enero�abril 2025. Gobierno del Ecuador. https://Homicidios Intencionales - mdi_homicidios_intencionales_pm_2025_enero_octubre.xlsx - Datos Abiertos Ecuador

6.      Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado. (2025). Informe anual sobre violencia juvenil y crimen organizado en Ecuador. https://oeco.padf.org

7.      Organizaci�n Panamericana de la Salud (OPS). (2022). Orientaciones t�cnicas sobre servicios comunitarios de salud mental: enfoques centrados en las personas y basados en los derechos https://www.paho.org/es/documentos/orientaciones-modulos-tecnicos-oms-sobre-servicios-comunitarios-salud-mental-promover

8.      Organizaci�n Panamericana de la Salud. (2025). La carga de enfermedades cardiovasculares en la Regi�n de las Am�ricas. OPS. https://www.paho.org/es/enlace/carga-enfermedades-cardiovasculares

9.      Panorama Ecuador. (2025). Impacto emocional de la violencia en ni�os y adolescentes. https://panoramaecuador.org

10.  Primicias. (2025). Ecuador podr�a superar los 9.000 homicidios en 2025. https://www.primicias.ec

11.  Revista UNESUM Ciencias. (2025). Trastornos metab�licos asociados al estr�s postraum�tico en zonas de alta criminalidad. https://revistas.unesum.edu.ec/index.php/ciencias Universidad Estatal del Sur de Manab�. https://revistas.unesum.edu.ec/index.php/ciencias

12.  Fern�ndez-Ulloa, W., & Pesantez-Chac�n, B. (2025). Liderar en la sombra: Ansiedad, violencia estructural en comunidades vulnerables. Revista de Ciencias Sociales y Salud P�blica, 12(1), 45�62. https://revistas.uazuay.edu.ec

13.   PADF � Fundaci�n Panamericana para el Desarrollo. (2025). Violencia contra ni�os, ni�as y adolescentes en Ecuador: informe semestral. https://www.padf.org/es/ecuador

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

� 2025 por los autores. Este art�culo es de acceso abierto y distribuido seg�n los t�rminos y condiciones de la licencia Creative Commons Atribuci�n-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional (CC BY-NC-SA 4.0)

(https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/).